En el marco del curso de “Aprendizaje Emocional, Bienestar Docente y Clima de Aula” desarrollado por el Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación (PIIE), el filósofo y sociólogo Juan Casassus brindó una conferencia magistral sobre Educación Emocional.
Más de 150 docentes de distintos puntos del país participaron del quinto encuentro del curso que se lleva adelante con financiamiento del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP) y que tiene por objetivo desarrollar conocimientos conceptuales y habilidades en el ámbito de las emociones que faciliten una mayor conciencia favoreciendo la transformación de las prácticas pedagógicas, para un mayor bienestar de docentes y estudiantes.
En la jornada, el sociólogo, Juan Casassus, compartió sus conocimientos y aportó elementos para pensar los principales desafíos de la Educación Emocional en la escuela: “El principal desafío de la Educación Emocional es ayudar a que la educación vuelva a ser una entidad orientada al desarrollo de las personas, el desarrollo integral del ser humano”.
Además, apuntó que el segundo desafío es posicionarse bien desde el punto teórico, haciendo una crítica profunda a las teorías conductistas: “En esta visión se piensa que las emociones son innatas, por lo tanto, lo único que se puede hacer por ellas es reprimirlas, controlarlas o incentivarlas a través de castigos y premios” y expresó que “Las emociones son energías ¿Cómo se educa una energía? Lo que uno educa es la respuesta que una persona da a la energía que está presente, esa es la tarea de la educación emocional”.
“Pero mientras más se avanza en el conocimiento en el mundo de las emociones, más nos damos cuenta que son construidas por nosotros mismos, cada uno construye su mundo emocional. Entonces, cuando hablamos de conciencia emocional, estamos hablando de tener un proceso reflexivo acerca de las emociones que uno está teniendo, que son distintas a las que tiene el resto” aseguró el intelectual.
“Las emociones son la manera en que nos encontramos con el mundo. Mi relación con el mundo es emocional” consignó Casassus y fue más allá considerando que otro gran desafío de la Educación Emocional es quitarle el miedo a las emociones: “El problema de las emociones es que les tenemos miedo, pero les tenemos miedo porque tenemos una mala teoría” e hizo un llamado a la comunidad participante a animarse a trabajar el tema dentro del aula, rompiendo con la idea de un posible desborde en los estudiantes cuando el tema se pone sobre la mesa.
“Para enfrentar esto en los colegios lo primero es formar a los docentes, desde una teoría constructivista, para que entiendan que los alumnos aprenden las emociones, sobre todo los más chicos, a partir de aquello que están viendo consiente o inconscientemente, es decir, las emociones son aprendidas, no vienen genéticamente predeterminadas” y explicó la situación con un ejemplo de aula, asegurando que cuando una profesora enseña matemáticas, los estudiantes no aprenden la materia en sí misma, sino que “lo que enseña una profesora es a ella misma enseñando matemáticas” donde las actitudes, la manera de observar el mundo, sus emociones, el lenguaje y la forma de relacionarse con el otro/a son tanto o más importantes que el contenido de la disciplina y por eso es tan importante que tengan una buena formación en educación emocional.